XII.B.1. Evaluación de la respuesta terapéutica

Recomendación 69: Por el momento no se dispone de datos que apoyen la evaluación o cuantificación de otros hallazgos ecográficos característicos de gota como medida de desenlace en la evaluación de la respuesta al tratamiento de la gota (NE 3a; GR B; GA 100%).

En un estudio de cohortes prospectivo observacional no controlado se analizaron  las propiedades métricas de la ecografía (fiabilidad intraobservador y sensibilidad al cambio) como método de evaluación de la respuesta terapéutica de 14 pacientes con gota  y presencia de tofos en rodilla y tobillo que habían recibido tratamiento con alopurinol (119). El análisis de la fiabilidad intraobservador se realizó mediante la exploración de una misma articulación y la medición de los diámetros de 27 tofos, repetida en 2 ocasiones durante el intervalo de  una semana. El coeficiente de correlación intraclase fue 0,96 (IC 95%: 0,93-0,98) para el diámetro máximo; 0,95 (IC 95%: 0,88-0,97) para el diámetro mínimo; y 0,98 (IC 95%: 0,96-0,99) para el volumen. Estos resultados demuestran una muy buena reproducibilidad de la medición ecográfica de tofos. La diferencia mínima detectable (DMD), definida como mínimo cambio que puede ser atribuido a un cambio real y no al error de medida, fue de 5,5 mm para el diámetro máximo; 3,5 mm para el diámetro mínimo, y 1,27 cc para el volumen. La sensibilidad al cambio de la medición ecográfica se evaluó a los 12 meses de tratamiento con alopurinol sobre 38 tofos. Los resultados demostraron que el promedio de uricemia sérica durante el año de tratamiento era significativamente menor en los pacientes con disminución del diámetro máximo y volumen de los tofos superior a la DMD que en los que no presentaron cambios de tamaño. Del mismo modo, se observó una correlación significativa, y de signo negativo, entre  la reducción del diámetro máximo y el volumen de los tofos y la uricemia promedio (r2= 0,47 y r2=0,41, respectivamente). El tamaño del efecto de Guyatt (cuantificación de la sensibilidad al cambio) fue 1,7 para el cambio en el diámetro máximo y 1,93 para el cambio en el volumen de los tofos.

Por otra parte, en un estudio observacional de cohortes (470) se evaluó el signo ecográfico del doble contorno en 7 articulaciones (2 metacarpofalángicas, 3 rodillas y 2 primeras metatarsofalángicas) de 5 pacientes con gota a los 7 y 18 meses del inicio de la terapia hipouricemiante (3 alopurinol, 1 probenecid) o colchicina (1 paciente). Durante el seguimiento se observó una desaparición del signo ecográfico en los pacientes que alcanzaron y mantuvieron una uricemia < 6 mg/dL (3 pacientes) frente a una persistencia del mismo en los casos con uricemia ≥ a 7 mg/dL (470). Sin embargo, por el momento no se ha estudiado la desaparición del signo del doble contorno frente al constructo de desaparición de cristales del líquido sinovial en las mismas articulaciones, ni su fiabilidad intraobservador o sensibilidad al cambio.

No se dispone de estudios sobre la respuesta terapéutica de otros hallazgos ecográficos como la presencia de inflamación intra-articular o periarticular en el ataque agudo o en las fases asintomáticas, excepto por la descripción anecdótica de un caso (469),  o las erosiones óseas.

En conclusión, aunque se han publicado datos sólidos prometedores sobre la capacidad de la ecografía para evaluar la respuesta terapéutica en la gota, en particular la reducción de los depósitos microcristalinos tofáceos, es necesario realizar nuevos  estudios con distintos observadores para poder confirmar estos resultados. Asimismo, es preciso investigar la reproducibilidad y la sensibilidad al cambio de los otros hallazgos ecográficos descritos, como el signo del doble contorno del cartílago, la sinovitis y las erosiones óseas.

Otros aspectos que deben ser motivo de análisis son las regiones articulares y los hallazgos ecográficos que se deben incluir y cuantificar en la evaluación de la respuesta terapéutica en la práctica clínica en función de sus propiedades métricas y su factibilidad. Además, es importante comprobar si la reducción y desaparición de los distintos hallazgos ecográficos, como indicadores de respuesta terapéutica, es homogénea respecto al tiempo y localización tisular y anatómica. Por último, no se ha demostrado, por el momento, el valor añadido o las ventajas de la monitorización ecográfica de la respuesta terapéutica sobre la monitorización de la uricemia sérica respecto a la factibilidad, coste efectividad, o medidas de desenlace.

 

Figura 4. Radiografía simple anteroposterior de mano.

Focos de aumento de la densidad nodular en partes blandas periarticulares, tanto de vertiente cubital como  radial  de 2º, 3º ,4º y 5º articulaciones interfalángicas proximales, y de 2º, 3º y 4ª interfalángica distales secundarias a la presencia de tofos. Subyacentes a las mismas se observan erosiones pararticulares de borde “colgante” y escleroso. Preservación de espacio articular y de la densidad ósea.

 Figura 5. RMN de rodilla: Secuencia coronal FFE-T2.

Excavación en la la fosilla de inserción del poplíteo ocupada por una imagen nodular de señal intermedia, en relación con tofo. Asocia  imagen de rotura oblicua del menisco externo.

Figura 6. RMN de rodilla.

a) Secuencia sagital T1. Nódulo de señal intermedia ocupando y engrosando el tendón poplíteo previo a su inserción patelar, en relación con tofo en dicha localización.

b) Secuencia axial T1 con supresión de la grasa y gadolinio intravenoso. Realce intenso del tofo tras contraste IV.

 

Figura 7.Sinovitis. Secuencia RMN T1 con supresión de la grasa tras la administración de gadolinio IV.

Marcado engrosamiento difuso, de aspecto nodular de la sinovial con realce intenso tras contraste intravenoso.