
Según los datos del estudio EPISER 2021, la prevalencia de artrosis en cualquier localización articular en la población adulta en España se estima en un 33.7%. Esta elevada frecuencia posiciona a la artrosis como una de las enfermedades reumáticas más prevalentes, reflejando su importante impacto en la salud pública y en la práctica clínica médica.
En orden decreciente, figuran por áreas la prevalencia de la artrosis en columna cervical/lumbar en un 29.4% (IC95%: 27.6-31.2%), la de rodilla en un 13.9% (IC95%: 12.5-15.4%), la de mano en un 7.7% (IC95%: 6.4-9.1%) y la de cadera en un 5.7% (IC95%: 4.7-6.8%).
En comparación con el estudio EPISER anterior, estos datos reflejan un aumento en la prevalencia de esta patología en todas las localizaciones estudiadas, especialmente a nivel de la rodilla y la mano. Los factores asociados identificados fueron la edad avanzada, el sexo femenino, la obesidad, el sedentarismo, las ocupaciones físicamente exigentes y el envejecimiento de la población. Es probable, además, que una mejor capacidad diagnóstica también haya influido en este incremento.
Los objetivos del tratamiento deben individualizarse y adaptarse a la articulación afectada. Entre ellos se incluyen el control del dolor, la preservación de la funcionalidad articular y la minimización de la progresión de la artrosis.
La estrategia terapéutica se basa, por un lado, en el uso de tratamientos modificadores del síntoma (farmacológicos o no farmacológicos) orientados al alivio del dolor; y por otro, en tratamientos modificadores de la estructura articular que tienen el potencial de reducir, frenar o incluso revertir la destrucción del cartílago.
Asimismo, se han desarrollado algoritmos terapéuticos que consideran tanto el número de articulaciones afectadas como las comorbilidades del paciente, con el objetivo de optimizar la intervención y personalizar el abordaje clínico.
Grupo de trabajo ARTROSER

