XI.F. TRATAMIENTO DEL EPISODIO AGUDO

Los ataques de gota son episodios de inflamación aguda de estructuras articulares o periarticulares habitualmente de corta duración y afectación monoarticular, aunque también pueden presentarse formas  oligo o poliarticulares

Sin tratamiento, la evolución natural de estos episodios puede variar desde horas a varias semanas en las que el paciente presenta dolor intenso (406). A pesar de que el reposo de la articulación afectada y la aplicación local de frío pueden aliviar los síntomas (407), las medidas no farmacológicas suelen ser insuficientes (408) para conseguir una resolución más rápida del proceso.

El objetivo del tratamiento de los ataques es conseguir una resolución rápida de la inflamación, con un margen de seguridad adecuado, y el alivio subsiguiente del dolor y la discapacidad  asociados. Por tanto, deben utilizarse fármacos para reducir la inflamación, aliviar el dolor y disminuir la duración de los ataques teniendo en cuenta que, según algunos autores, la resolución clínica será más rápida cuanto antes se inicie el tratamiento (152).

La evidencia disponible sobre tratamiento del ataque agudo de gota es escasa y existen pocos ensayos controlados con placebo debido a que las agencias reguladoras no consideran ética su utilización. La mayoría de los ensayos comparan tratamientos activos, tienen una calidad metodológica baja, están realizados con un número pequeño de pacientes, y el diagnóstico de gota se establece según diferentes criterios que no siempre incluyen la identificación de cristales de UMS. Una limitación añadida es la utilización de  diferentes fármacos, en distintas dosis, y por diversas vías de administración, lo que dificulta las comparaciones indirectas (en ausencia de directas) o el meta-análisis de los resultados.