XI.D.3. Benzbromarona

La benzbromarona es un benzofurano halogenado que inhibe de forma potente y selectiva el trasportador tubular renal URAT1, favoreciendo la excreción renal de ácido úrico. Este fármaco tiene una elevada biodisponibilidad tras su administración por la vía oral, un metabolismo hepático y una excreción mayoritaria por la vía biliar, por lo que su farmacocinética no se altera de forma importante en pacientes con enfermedad renal crónica leve o moderada (estadios 2-3). El efecto de los uricosúricos depende de que exista una suficiente carga de urato filtrada al glomérulo (un filtrado glomerular suficiente), pero al contrario que la sulfinpirazona o el probenecid, la benzbromarona mantiene su eficacia con estadios de filtrado glomerular bajos (ERC 4).

La dosis de inicio suele ser de 50 mg/d y puede aumentarse hasta 200 mg/d en caso necesario. En un ensayo reciente se ha observado que un 92% de los pacientes gotosos con función renal normal que no alcanzaban niveles de uricemia inferiores a 5 mg/dL con 300 mg/d de alopurinol, lograban este objetivo terapéutico (370, 389, 390) con 200 mg/d de benzbromarona, si bien no se dispone de datos de seguridad superior a dos meses de seguimiento. Del mismo modo, varios ensayos y series muestran la eficacia de la benzbromarona en pacientes con enfermedad renal leve a moderada, trasplante renal en tratamiento con diuréticos o ciclosporina  (249, 318, 320).

En general, la benzbromarona es bien tolerada, aunque su prescripción está limitada en la Unión Europea por la infrecuente aparición de citólisis hepática grave. Por ello su utilización en España está restringida a indicaciones muy precisas: pacientes con gota tofácea o poliarticular e intolerancia al alopurinol o control inadecuado de la uricemia. Es de uso hospitalario y restringido a médicos especialistas en Reumatología y Nefrología (179). Se recomienda control quincenal de enzimas hepáticos durante el primer año de tratamiento o según protocolo hospitalario (179).

Como sucede con todos los uricosúricos, el aumento de la excreción renal de urato puede condicionar un aumento del riesgo de litiasis renal, tanto por ácido úrico como por oxalato cálcico. Por consiguiente, su uso está contraindicado en pacientes con hiperuricemia por hiperprodución (aclaramiento normal de urato) o antecedentes de litiasis (179). Los factores asociados a riesgo de litiasis renal durante el tratamiento con uricosúricos son la existencia de antecedentes de litiasis, una hiperprodución de urato (contraindicaciones, ver Ficha Técnica), y una concentración elevada de ácido úrico no disociado durante el seguimiento, por lo que se deben monitorizar la concentración de ácido úrico y el pH durante el seguimiento clínico, y si fuera necesario aumentar la ingesta de líquidos o alcalinizar la orina (181).

En pacientes con intolerancia podrían ser útiles ocasionalmente otros uricosúricos, como el probenecid y la sulfinpirazona, si bien estos compuestos no están comercializados en España, por lo que debe solicitarse autorización como medicación extranjera. Estos fármacos se caracterizan por una tolerabilidad baja a largo plazo, una posología incomoda por necesidad de administración dos o tres veces al día, y una eficacia escasa en pacientes con enfermedad renal crónica estadio 3 ó inferior.