XI.A.7. Suplementos dietéticos

El efecto antiinflamatorio de los ácidos grasos omega-3 en diversas patologías crónicas y su acción beneficiosa sobre el perfil lipídico han hecho que algunos autores recomienden su empleo como  suplemento dietético, fundamentalmente en forma de eicosapentaenoico, docosahexaenoico y otros derivados de fuentes vegetales. La eficacia de estos ácidos grasos omega-3 de origen vegetal se ha demostrado en modelos experimentales de gota inducida en ratas. Los resultados de algunos estudios epidemiológicos muestran que los adultos que ingieren 500-2.000 mg/día de vitamina C tienen menor riesgo de ataques agudos de gota, pudiendo presentar además algún beneficio sobre el riesgo cardiovascular. Sin embargo, el diseño de estos estudios no permite esclarecer relaciones de causalidad (33, 351).

No existen  evidencias concluyentes sobre el efecto beneficioso de los suplementos de ácidos grasos omega-3 de origen vegetal o vitamina C en la prevención de los ataques agudos de gota o los niveles séricos de ácido úrico.