II. METODOLOGÍA

Las GPC son recomendaciones desarrolladas de forma sistemática para ayudar al profesional sanitario, y al paciente, a tomar decisiones sobre la atención médica más apropiada, y a seleccionar las opciones diagnósticas o terapéuticas más adecuadas a la hora de abordar un problema de salud o una condición clínica específica. Su objetivo es proporcionar recomendaciones explícitas y fácilmente comprensibles para los usuarios, con la intención de influir en la práctica de los profesionales.

En el contexto de las GPC se definen como barreras aquellos factores que impiden o dificultan la implementación del cambio en la práctica profesional, que en el caso de las GPC se traducen en la falta de adherencia a sus recomendaciones (2, 3). Con el fin de poder superar las barreras, las recomendaciones deben tener un grado de evidencia elevado, ser compatibles con las existentes, facilitar la toma de decisiones y no requerir el aprendizaje o uso de nuevas habilidades.

La metodología utilizada es la adecuada para el desarrollo de recomendaciones e incluye la formación de grupos nominales de expertos, encuestas Delphi y revisiones sistemáticas de la literatura. Durante la elaboración de la guía se han tenido en cuenta los criterios de calidad del instrumento AGREE (4).