VIII.C. PROFILAXIS DE LA RECURRENCIA DE CRISIS AGUDAS DE INFLAMACIÓN

En pacientes con ERC se debe evitar el uso de antiinflamatorios no esteroideos  y considerar el de colchicina, un compuesto con un perfil de seguridad potencialmente superior al que se le ha atribuido, siempre que se ajuste la dosis y se evite la utilización simultánea de fármacos potencialmente miotóxicos.

Recomendación 20: En pacientes con ERC y gota no se recomiendan los AINE para la profilaxis de nuevos ataques (NE 3a; GR B; GA 92%).

En pacientes con ERC no se recomiendan los AINE para la profilaxis de nuevos ataques

La recomendación de no utilizar AINE en pacientes con disfunción renal, independientemente de la duración del tratamiento, y la insuficiente eficacia de los corticoides para la profilaxis de los ataques (observada por ejemplo en trasplantados, en los que su uso como inmunosupresor a dosis bajas no parece prevenirlos), limitan de forma muy importante las opciones disponibles para la profilaxis de las crisis agudas en estos enfermos, por lo que se presta una atención especial al papel de la colchicina.

Recomendación 21: En pacientes con ERC y gota se puede valorar el uso de colchicina a dosis según ficha técnica para la profilaxis de nuevos ataques (NE 2b; GR B; GA 92%).

La dosis baja de colchicina reduce marcadamente la frecuencia de ataques cuando se asocia a terapia hipouricemiante. Sin embargo, la utilización de este compuesto en pacientes con  disfunción renal debe realizarse con ciertas precauciones. En este sentido, se recomienda reducir la dosis a 0,5 mg/día ante aclaramiento de creatinina de 35-50 ml/min y a 0,5 mg cada 2-3 días cuando la función renal es menor de 35 ml/min (220). Asimismo y puesto que la diálisis no permite depurar el fármaco, se recomienda evitar el uso de colchicina en pacientes sometidos a este procedimiento, ya que el riesgo de toxicidad puede ser elevado (178). De hecho, en España la ficha técnica de la colchicina contraindica expresamente su prescripción en pacientes con filtrado glomerular inferior a 30 ml/min (221).

A pesar de que estas recomendaciones parecen razonables, la realidad es que no están  avaladas por estudios de seguridad y eficacia a largo plazo y su cumplimiento estricto equivaldría, en la práctica clínica, a dejar a los pacientes con ERC, es decir, a casi la mitad del total de pacientes con gota (174), sin opciones terapéuticas para la profilaxis de episodios agudos. Los resultados de estudios con empleo de dosis “ajustada” en un importante número de pacientes sugieren que la seguridad del fármaco permite su utilización en este colectivo de enfermos.

El uso de colchicina como tratamiento de mantenimiento en 50 pacientes con ERC y valores de creatinina superiores a 1,5 mg/dL (promedio 3,2) y filtrado glomerular de 35 ml/min, sólo produjo 1 caso de toxicidad (2,5%), en forma de miotoxocidad [creatin kinasa (CK) 3.809 U/L], que revirtió tras la interrupción del fármaco (222).

En una recopilación reciente de ensayos en fase III en los que se valoraba la eficacia del tratamiento hipouricemiante con febuxostat, se comprobó que el 59% del total de los 4.101 pacientes incluidos, tenía un FG menor de 90 ml/min. El 68% de los pacientes recibieron profilaxis con colchicina (0,6 mg/día) y el resto con un AINE (en general naproxeno, 250 mg 2 veces al día). La profilaxis se mantuvo durante 8 semanas en aproximadamente la mitad de los casos y durante 6 meses en el resto (223-225). La diferencia en la aparición de diarrea entre los que usaron colchicina u otro tipo de profilaxis fue sólo del 1,8 % (sobre 4.101 pacientes) en el conjunto de los tres estudios. En el grupo con mantenimiento del tratamiento preventivo durante 6 meses (2.269 pacientes), la frecuencia de diarrea fue menor entre los que recibieron colchicina que en los tratados con AINE, aunque las diferencias no alcanzaron significación estadística. En conjunto, la tolerancia a la profilaxis fue buena (226).

Estos datos sugieren que la tolerabilidad a la colchicina es razonable a las dosis indicadas en pacientes con ERC, al menos en sus grados 1,2, y 3. A pesar de todo, se considera prudente  monitorizar los posibles efectos secundarios mediante el control de CK, transaminasas y hematimetría. Como ya se ha comentado, el frecuente uso de estatinas en estos enfermos condiciona el uso del compuesto  debido  al aumento del riesgo de rabdomiolisis (211), por lo que se recomienda la suspensión de la administración de estatinas durante el empleo  de colchicina.